El desarrollo humano principal recurso del conocimiento

La educación en el desarrollo humano y el recurso humano  está concretando formar mejores hombres y  personas. Una educación en donde los actuales conocimientos  e instrumentos de instrucción se bajen a un segundo plano , o se destierren del todo , para dar paso a aquellos  que permitiendo  que el  estudiante desarrolle potencialidades  y habilidades para que sepa enfrentar  los problemas reales  y llegue a adquirir  un cierto grado de destrezas  tanto en lo manual como en lo intelectual y  para que no tema ser original. Es decir, se necesita que nuestra educación  vaya dirigida  a alimentar la mente, la imaginación y el espíritu, antes  que simplemente  la memoria mecánica, para despertar en el estudiante desde temprana edad la devoción por  la verdadera investigación.

Educación para incentivar la investigación 

Debemos ofrecerle, entonces al estudiante la oportunidad de observar a su alrededor y ver las cosas que lo rodean, producto de la naturaleza o del hombre en su verdadera dimensión científica, sin misterios ni especulaciones. Debemos demostrarle que él no solo puede  comprender los principios básicos de las cosas y por ende del mundo y de la vida. Si no, además, convertirse  fácilmente en artífice y parte activa del futuro científico, para bien de su país y sus semejantes. Por esta razón muchas  veces nos dejamos aplastar por los famosos obstáculos socioculturales a la tarea del desarrollo humano.

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 Queremos que las cosas salgan como a nosotros nos gusta, como las conocemos. Como se deben dar según nuestro propio parecer, olvidamos que, la última instancia, la educación procura la formación integral de la persona. Le damos importancia  a los hechos simples y aislados (que); nos preocupamos menos por las manifestaciones  de los fenómenos (como), y pasamos por alto las explicaciones y razones  de las cosas (por qué). Por otro lado, el divorcio  que existe entre la información  que se da de los diversos temas en varias disciplinas va creando en el estudiante  un encasillamiento mental que le impide , no solo correlacionar cosas sino, además,  analizarlas en profundidad y establecer conceptos globales  de los fenómenos. La visión panorámica y conceptual esta siempre ausente en aras del detalle aislado o del dato memorizado.

Esta incapacidad de correlacionar hechos continuos se manifiesta  en el estudiante a través de los años, y le dificulta los procesos mentales  de deducción, de gran importancia en el acto de la investigación científica  hacia la búsqueda de nuevas verdades. En síntesis, el mensaje que se dirige al estudiante, especialmente en sus primeros ciclos, tienden a ilustrarle o  informarle sobre hechos científicos  que no parecen pertenecernos, y en ningún momento toma en cuenta que algunos estudiantes podrían tener una fuerte vocación para la ciencia y estar llamados  a  ser los futuros científicos. Es decir no se le estimula  a ser partícipes del proceso  de revolución científica de siglo XXI, sino que, por el contrario, en forma apriorística pareciera  que se les está excluyendo. Si  hiciéramos nueva la forma de ver nuestro quehacer del educador evitaríamos tanta pérdida de talentos, y  muchas más alternativas de cambio y mejoramiento.